Sencillamente explicado el procedimiento, tras el estudio de imagen, decidir lo que se va a realizar y realizada la anestesia local para que el tratamiento resulte indoloro, consiste en la punción superficial de la piel con una aguja de inyección y por ese orificio la introducción de los instrumentos y materiales que permitirán realizar un molde interno con las formas y modificaciones deseadas.
El molde se irá reabsorbiendo en su mayor parte a medida que tejidos del organismo lo reemplazan a lo largo de las siguientes semanas, generalmente no es doloroso durante la realización- que dura entre 15 y treinta minutos- ni posteriormente, ni necesario tomar analgésicos o antibióticos por este motivo .
Tras la primera sesión se aprecian ya los resultados. Pasados más o menos dos meses, el organismo ha reemplazado la mayor parte del molde (70%) por tejidos propios. El procedimiento se puede realizar entonces de nuevo para perfeccionar los resultados. El número de sesiones varía generalmente entre una y tres.
Este procedimiento y técnica de rinomodelación es muy útil tanto en la nariz sin operar como en la nariz operada, para reparar o mejorar rinoplastias quirúrgicas que no han quedado bien y permite a personas que no se operarían plantearse modificar su imagen sin que suponga tampoco una contraindicación a una rinoplastia posterior si fuese el caso.